En su segundo análisis sobre la industria de alimentos y sus efectos en la nutrición moderna, el ingeniero José Krauch, gerente de Tecnología para la Industria de Alimentos del Parque Tecnológico Itaipu Paraguay-PTI-PY, señala que aquellos que ofrecen ventajas para la salud son objeto de preferencia para el consumidor moderno.
Indica que con el enriquecimiento o fortalecimiento de comidas y bebidas con micronutrientes (vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales) se obtiene el valor agregado adicional aún en comidas de conveniencia. Todo tiende a ser listo para el consumo, pero sano.
Este escenario, dice, es un desafío continuo para la ciencia, la tecnología de alimentos, los gobiernos con sus políticas reguladoras y de los responsables de la salud, que deben alinearse en acciones responsables coordinadas.
Sostiene que el grado de aceptación de los alimentos desarrollados bajo estas premisas, se relaciona consecuentemente con diversos factores como el sabor, la calidad, el precio, la conveniencia, la confiabilidad, la familiaridad con el producto y sus aplicaciones, la imagen de la firma que los produce y comercializa; las estrategias de comunicación, los atributos intrínsecos que el producto pueda tener sobre la salud y finalmente los conocimientos y la conciencia que los consumidores tengan sobre estos factores.
Comenta que esta compleja correlación refleja la necesidad de saber comunicar e informar pensadamente a consumidores con mensajes claros y de fácil comprensión, una tarea que exige experiencia y sensibilidad.
Destaca que la preparación y conocimiento de los profesionales de la nutrición y de la ciencia de alimentos son gravitantes cuanto mayor es la complejidad del alimento y de sus atributos intrínsecos. Afirma que son ellos los referentes y formadores de opinión en temas sobre el impacto de alimentos sobre la salud, y desempeñan un rol importante en la mejora de la calidad de vida de los consumidores.
Expresa que algunas de las tecnologías más importantes para el desarrollo de nuevos alimentos funcionales es la biotecnología, cuya aplicación implica un valor agregado en la manufactura de estos productos que van más allá de la ingeniería, pues afectan procesos que determinan la calidad, la seguridad y la inocuidad en un marco normativo que define procedimientos y procesos que garanticen al consumidor el efecto deseado sobre su salud.
De ahí la importancia de tener normas activas revisadas que acompañen el desarrollo de productos y del mercado como ser etiquetas nutricionales fidedignas y responsables que aporten información y que eduquen al consumidor.
Señala que esta situación es sensible en términos legales y un control consecuente es necesario para evitar estrategias comercialmente desleales. En este contexto el etiquetado deber contemplar:
– Los efectos metabólicos de los componentes activos funcionales de forma aislada y con las interacciones sinérgicas o reductoras de otros ingredientes y su efectividad en la digestión, lo que se conoce como biodisponibilidad.
– Los efectos causados durante la aplicación y preparación de determinado alimento funcional
– La validación de los métodos analíticos que se utilicen para respaldar declaraciones sean éstos obligatorios o voluntarios.
– La interacción de la empresa oferente con las entidades reguladoras de formas de comunicación y declaraciones de ingredientes y procesos.
– La validación local de los ingredientes utilizados en el alimento funcional
– Las cantidades mínimas necesarias de ingredientes funcionales necesarias para lograr el efecto benéfico y los desdoblamientos que pueda tener en función de una dieta específica
– La formulación debe satisfacer los requerimientos nutricionales para alcanzar el efecto declarado, sea éste de carácter nutricional, o de mejora de la condición de salud, bienestar o conveniencia que el consumidor espera y solicita.
– Las declaraciones deben estar en línea con leyes vigentes
– El etiquetado debe contemplar la oportunidad educacional sobre el valor de los ingredientes funcionales justificados con estudios científicos actualizados y relevantes.
MÁS DESAFÍOS
Krauch expresa que este contexto de desarrollo y comercialización de alimentos funcionales, nutricionales y saludables implica el trabajo interdisciplinario en las empresas productoras con profesionales de las diversas áreas relevantes, no solamente nutricionistas y científicos, también sicólogos, ingenieros, abogados y otras disciplinas que se deben adaptar al contexto para cubrir todos los aspectos necesarios para satisfacer al consumidor. Y por consiguiente entre las empresas productoras y el gobierno o entes reguladores en un trabajo de análisis holístico de la situación, desarrollando programas de orientación al consumidor.